martes, 14 de agosto de 2007

Robo en Oirad - Capitulo 2

Aquí esta el segundo capitulo. No estoy muy demorado con la publicación por que ya tengo los 3 primeros capitulos listos.
Bueno, pues, como les dije antes, espero que sigan mi historia y que comenten xD...Bueno, lean y me dicen.


CAPITULO 2


Lo que vio fue una luz amarilla, que casi lo encegueció, estaba al final del bosque pero a Saluc le dio miedo salir. La voz de Froelder le llegó a la mente y escuchó su sermón.
–“Siempre recuerda que no debes salir de Lhakgud, fuera hay mucho peligro y el mundo externo a Lhakgud no esta hechizado como lo esta el bosque. Es por tu protección. No olvides mis palabras.”
Pero la luz alumbraba cada vez más y Saluc no se pudo aguantar las ganas de ir y averiguar que era.
Al llegar a la salida de Lhakgud, Saluc cruzó la pared transparente suministrada por el hechizo y al cruzarla sintió una fuerza en su cuerpo que lo llevaba hacia atrás, pero el siguió, ni siquiera eso lo podría parar. La intensidad de la luz amarilla cada vez era mayor y cada paso que Saluc daba, lo acercaba más a al resplandor. El sol cada minuto descendía más y más, hasta que por fin llegó. La luz se filtraba por entre unas grietas en la tierra. Unos metros más allá, estaba la entrada a la mina de Oirad, debía ser desde allí de donde venia la luz. Saluc caminó hasta la entrada, al llegar leyó unas runas en la puerta de piedra, debía ser un acertijo para entrar. La inscripción estaba en Khuzdul, y casi nadie en su bosque lo hablaba. Pero en Laithiria, su profesor de lenguas le había enseñado un poco del idioma de los enanos y Saluc conocía algunas palabras. “Zharr, Az, Klad – Ankor”. Decía la inscripción. Saluc, pensó primero en decir las palabras tal y como estaban en voz alta, pero eso no funcionó. Así que tradujo las palabras y las dijo en voz alta:
–Fuego, Hachas, Armaduras-Dominio.
La puerta de piedra se corrió a un lado. Saluc se asustó al ver esto, pero luego ese miedo se transformó en curiosidad y Saluc ingresó rápidamente a la mina.
Todo estaba oscuro, había mesas de piedra, botellas de cerveza quebradas tiradas en el suelo y animales rastreros de toda clase. De nuevo, Saluc observó la luz amarilla al fondo, estaba más reluciente aun. Siguió el resplandor por varios minutos hasta que por fin supo que era. La emoción contuvo a Saluc.
–Esto es…esto es un sueño. –Pensó Saluc, al ver frente a sus ojos, la olla con monedas de oro más grande que jamás hubiese visto.
Se acercó, y vio que la olla era casi de su tamaño, estaba llena con relucientes y pequeñas monedas de oro solido. Saluc tuvo miedo, de que algún enano lo encontrara, pero aun así, siguió.
La cesta aun la tenía en la mano, la vació y la volvió a llenar con monedas de oro. Saluc salió velozmente de la mina, seguro algún enano lo encontraría. Corrió hasta el bosque, de nuevo cruzó la pared transparente, se acercó al rio y tomó agua. Descansó unos segundos y marchó de nuevo a la cabaña de Froelder. El corazón de Saluc latía a mil, y de nuevo sentía dolor en sus piernas. Saluc se acercaba más a la cabaña, hasta que al fin llegó.
Froelder, escucho el ruido de la puerta al abrirse, era Saluc.
–Hola, Saluc. ¿Que me has traído? –Dijo Froelder, contento de que el muchacho hubiera llegado con bien y a tiempo.
Saluc no prestó atención y subió corriendo a su cuarto, abajo, en la sala, Froelder oyó el ruido de la puerta al cerrarse bruscamente.
–Pero, que le pasa a este chico. –Pensó el elfo.
Saluc puso la cesta con oro sobre la cama, pensó en que iba a hacer con eso. ¿Le daría a su padre? ¿Pediría que le forjaran una nueva espada de oro? ¿Cambiaria eso por joyas o por herramientas de guerra?
–Una ballesta, joyas, espadas de mithril, arcos y flechas. –Pensaba Saluc y cada vez se entusiasmaba más. –Pero antes iré por más de ese oro.
Saluc vació las monedas en un cajón de su tocador. La cesta quedó vacía. Pero ahora, que le diría a Froelder de los frutos.
“Toc toc toc” La puerta de la habitación se oyó.
–Saluc, ¿estas bien? –Dijo Froelder al otro lado de la puerta.
–Si estoy bien.
– ¿Que frutas me trajiste?
–Lo siento…mmm… –Saluc sonaba extraño– No recogí nada.
– ¿Qué? ¿Estuviste todo un día fuera, y no recogiste nada? Lo siento, pero no podré pagarte esta vez.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no pues cada ves mejor...aunque esta ves no dejaste una gran intriga!(pero sigue habiendo intriga)...samuel sos re-bueno escribiendo siga asi y suerte!...esta super tu historia!...!

Malfuin dijo...

Es verdad, con cada linea se nota como tu estilo va mejorando ^^ Espero la continuacion, espero que sigas así! :D

Saludos! :3

Malfuin dijo...

P.D.: Lo de botellas de cerveza te quedó un poco raro, yo habría puesto jarras, pero igual bien xD

Anónimo dijo...
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